Pienso en “los hombres justos” como en una utopía, como un ideal que está por encima incluso de los hombres honestos o de esos hombres que, como dice Bretch, por luchar toda su vida, se vuelven imprescindibles para la sociedad.
Mi amigo Alfredo decía con aflicción, “…los hombres justos no sé que harán, pero que ayuden a tu cuñado, ay… María Pilar…”
La idea de un hombre justo, superior, desarrollado y perfecto espiritual, moral e intelectualmente, es un concepto filosófico tratado en reiteradas oportunidades. Las distintas elaboraciones dialécticas, difieren según las distintas tendencias históricas, religiosas y políticas.
Procurando una elucubración objetiva y desprovista de cualquier incidencia ideológica, intento concebir al hombre justo como algo abstracto, como un ideal, fuente de inspiración y de modelo al que deberíamos remitirnos, procurando alcanzarlo a través de nuestra elevación espiritual e intelectual.
Parece imposible, ser enteramente ese hombre justo, uno puede ser noble, puede actuar de manera justa, pero ¿estamos seguros de haber actuado siembre con sabiduría, sin haber cometido un error o una injusticia? Las relaciones sociales son tan complejas, la vida nos ofrece una gama tan amplia de elecciones, que en el ejercicio de nuestro libre albedrío parece difícil, sino imposible, estar seguros de que habremos de actuar siempre con justicia y sin errores.
Me rehúso a pensar que es justo aquel que pudiendo ser injusto decide no serlo; del mismo modo, comprendo que puede ocurrir que sufra más quien comete una injusticia que quien la recibe, pero creo menester ser tajante y separar claramente uno de los otros.
En estos tiempos en que todo es banal y confuso, en que parece que no quedan certezas y da la sensación de que todo es válido y relativo, entiendo imprescindible comprender la obligación moral que cargamos, ser conscientes del desafío implícito que existe en cada decisión que tomamos, entre escoger el camino más fácil o el camino que nos lleva a la construcción diaria de ese hombre justo que reside en nosotros.
1 comentario:
muy buen articulo.-
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